Tan flexible como palmera
Flexible:
Que puede ser doblado fácilmente sin que se rompa. Que se adapta fácilmente a los cambios y a las diversas situaciones o circunstancias.
Las palmeras tienen la cualidad de ser flexibles. Esto hace que se sostengan en medio de fuertes tormentas. Su tronco no es madera sino fibras que permiten su flexibilidad. Así pueden doblarse totalmente y que su raíz permanezca en tierra. Incluso, sus hojas se adaptan a la dirección del viento que las golpea. Después de una tormenta, la palmera tiene la capacidad de seguir creciendo.
Una de las muchas cosas que me ha enseñado La Fuente Instituto, es que, la mejor manera de no salir rota, quebrada de las tormentas que a veces vivimos, es que yo sea flexible.
La tormenta que todos estamos viviendo, a veces hace doblarme hacia un lado y otro, pero no me derriba, mi raíz sigue en tierra, firme en Cristo. Incluso mis hojas se adaptan a la dirección que lleva el viento, dejo que Dios renueve mi mente para comprobar que Su voluntad para mí, es buena, agradable y perfecta. Yo no siempre me siento así, pero sé que sigo creciendo y después de la tormenta seré más fuerte.
“Así, aunque llenos de problemas, no estamos sin salida; tenemos preocupaciones, pero no nos desesperamos. Nos persiguen, pero no estamos abandonados; nos derriban, pero no nos destruyen.”
2 Corintios 4:8, 9