Cuántas veces nos hemos hecho la pregunta de por qué a algo que sucedió en nuestra vida o a nuestro alrededor y que creemos que Dios lo pudo haber hecho diferente, dado que sabemos que Dios es Todopoderoso y que podría haber impedido ese hecho. A menudo atravesamos situaciones que provocan desconsuelo y también un cierto enojo que la mayoría de las veces dirigimos hacia a Dios, así como podemos ver en Job 23 cuando se llenó de dudas por todo lo ocurrido y generó un cierto reclamo hacia el Señor.

Dios es comprensivo con sus hijos cuando sufren el desconsuelo y se enojan, Él está totalmente dispuesto a escuchar nuestras expresiones de enojo mientras desahogamos nuestro dolor.

Mi hermano menor falleció hace casi 2 meses, y aceptar su partida ha sido de lo más difícil que he tenido que atravesar, por mi mente han pasado miles de preguntas hacia Dios, incluso he llegado a sentir ese enojo y esa sensación de pensar que no escucha mis oraciones. ¿Cómo puede terminar la vida de un joven que apenas tenía 20 años? No lo sé, pero este tipo de preguntas me hace recordar que tenemos una perspectiva limitada de lo bueno que es Dios.

Es evidente que Dios si escucha las oraciones y también las responde aunque no siempre de la manera que esperamos, así como podemos leer en 1 Pedro 1:7 “Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica. Está siendo probada de la misma manera que el fuego prueba y purifica el oro, aunque la fe de ustedes es mucho más preciosa que el mismo oro.” En tiempos de pérdida y dolor aferrarnos a las promesas bíblicas es el ancla que nos va a servir de soporte para esos días en los que sentimos que no podemos más. El llamado de Dios es a confiar en Él en la oscuridad, así como lo hacemos en la luz.

Él no ha cambiado, aunque nuestras circunstancias hayan sido dolorosamente alteradas.

Caminar con Jesús es mi fuerza de cada día, creer que su gracia es suficiente, así como le dijo a Pablo y dejar que su Espíritu sea mi consuelo. Confío en la promesa de que veré a mi hermano en cielo y estaremos juntos en la eternidad, mientras tanto me propuse a vivir un día a la vez.