La vida es un gimnasio

Desde que llegué al Instituto muchas cosas han estado sucediendo en mi vida: Me enteré que mis papás se divorciaron, me pusieron café en una bebida (No puedo tolerar el café), me entraron ataques de ansiedad (Que ya creía tener controlados), me enferme dos veces y la última de ellas muy grave, me aleje de mi mejor amiga porque estaba lastimándome emocionalmente a causa de su ausencia (Algo que comprendí que no es bueno para mí), y como si no fuera suficiente, me electrocuté en casa.

Para mi sería muy fácil quejarme por todo lo que está sucediendo en mi y a mi alrededor, pero en medio de todo lo que está sucediendo me di cuenta de algo que silenció mi queja: Cuan grande es mi propósito que el enemigo está tan empeñado en dañarme y tan enfocado en desalentarme. Pensando en esto, ahora incluso estoy agradecida por haberme enfermado, porque llevaba años con nauseas, sin poder comer una  comida completa porque me llenaba rápido y realmente no podía ingerir más comida, esto no solo me llevó a problemas físicos sino también a problemas emocionales por los comentarios de las demás personas.

Cuan grande es mi propósito que el enemigo está tan empeñado en dañarme y tan enfocado en desalentarme.

Gracias a que me puse muy grave pudieron encontrar la raíz de mi problema y solucionarlo, un problema al que ya me había acostumbrado, si no me hubiera enfermado estaría con náuseas en estos momentos, pero ahora llevo 5 días sin sentir náuseas al ingerir alimento. Entonces, en lugar de entristecerme por lo que pasé, me da tanto gozo que ya puedo estar bien.

La verdad es que me gusta ver mi temporada como un gimnasio, donde para ver resultados hay que pasar por un proceso largo. Los primeros días son los más difíciles y crees que no podrás pues el dolor es bastante que te puede desalentar, y si es así ¿Por qué uno se empeñaría en continuar? Continúas yendo al gimnasio a pesar del dolor por el resultado que te espera, porque sabrás que al final valdrá todo la pena. Así es esta temporada para mi, al principio hay pruebas, como foráneos tenemos la salida fácil con nuestros papás diciéndonos que volvamos en el momento que deseemos, problemas y enfermedad vienen pero lo que nos espera es aún mas grande que nuestros problemas y una vez que tomemos el ritmo no habrá quien nos frene. Mientras seamos más constantes más difícil será perder nuestra esperanza.

Entonces, si vienen pruebas a su vida, agradezcan en el dolor porque significa que lo que viene es grande. Si llega guerra espiritual, agradezcan porque el enemigo nos recuerda que lo que viene es tan grande que está tan empeñado a desalentarnos. Por último me gustaría dejarlos con una frase que me motiva y dice así:

Al final todo va a estar bien, si no está bien es que no has llegado al final.

No sé por qué situación estés pasando, pero si las cosas no están bien en este momento de tu vida, no es el final.

Leslie MelendezEstudiante de Diplomado